Tuve la oportunidad de vivir en Boston, Massachusetts y es un destino que siempre recomiendo porque está lleno de historia, cultura, estudiantes de todo el mundo que llegan a disfrutarse las universidades de gran prestigio y personal trabajador. Independientemente de ciertos actos violentos que han querido quitarles la paz, hay gente maravillosa, pacífica, amigable, honesta y serviciales que se unen para apoyar buenas causas como un maratón.
Muchos se desplazaron de otras ciudades para ayudar a recoger fondos para diferentes enfermedades; personas que en medio de ese atentado en lugar de abandornar el área, salieron a ayudar.
Martín Richard (q.e.p.d)
Foto de AP (suministrada por Bill Richard)
Qué tristeza para esa familia donde murió ese “angelito” de nombre Martín Richard, que siempre abogaba por la paz, su hermanita se quedó sin una pierna, su mamá en condición crítica y todo por apoyar al valiente de su padre que por darle la mano a otros estaba en el maratón. Realmente mi corazón está bien triste porque no hay derecho a la violencia ni a actos tan vergonzosos como los que se dieron en esa ciudad.
Me uno a las oraciones de todo este maravilloso país y los residentes de Boston para que los familiares de quienes murieron o aún están heridos se fortalezcan y encuentren en Dios la fuerza para reponerse de las pérdidas.
Le pido a Dios que haya paz, amor, unión, fe, fortaleza, valentía y gente positiva en cada rincón del planeta, que no se dejen atemorizar por “ciertos” incomprendidos y que formemos un futuro lleno de esperanza y cosas lindas para nuestras generaciones!