Uno de los regalos que me ha gustado muchísimo y me ha enseñado ha sido este libro “Cómo diezmar para ser bendecido” de Juan Alberto Echeverry. Trata de estar claros en nuestros compromisos a la hora de hacer donaciones, obras de caridad, dar limosnas, ofrendas, ayudar a otros y diezmar. No es lo mismo, que quede bien claro:
- El diezmo: es el 10% de nuestro ingreso. No es obligatorio en la iglesia Católica, se usa para apoyar la obra de evangelización y debe ser entregado a quienes se encargan de predicar el evangelio. A quienes lo damos con alegría, trae bendición financiera y no debe ser dado a un pobre, pues esto es tarea de la Iglesia y nuestra pero debe salir de nuestro 90%.
- La limosna: es dinero que se dá sin esperar nada a cambio a los pobres y necesitados. Ayuda para el perdón de nuestros pecados y sale de nuestro 90%. Puede ser entregado directamente a quien lo necesita o a la parroquia.
- La ofrenda: sale de nuestro 90% y son dadas cuantas veces se quiera y algunas veces pueden ser ofrecidas para pedir oración o dar gracias a Dios.
- La primicia: es lo primero de algo, es el primer fruto de nuestra bendición, es el resultado de algo que vamos a producir constantemente y recibiremos ingresos. Por ejemplo: el primer salario de nuestro trabajo, nuestra primera cosecha. Debe ser ofrecida según nuestra generosidad y es voluntaria.
Realmente yo estaba muy confundida pero ahora que sé la diferencia es mi compromiso informarte y que hagamos lo correcto. Muchas bendiciones!