Esta corona a simple vista puede ser algo para decorar en Navidad sin importancia, pero tiene tanto significado y se remonta a muchísimos años atrás de tradición cristiana. Es la preparación a la Natividad , a la “venida” de Jesucristo (de ahí viene lo de adviento).
Cada domingo (iniciando hoy) se va encenciendo una vela y culmina justo con la semana antes de la Navidad. La primera vela que se prende, la morada, se acompaña de la lectura de la biblia y de oraciones, posteriormente se van encendiendo las otras velas, hasta que las 4 velas estén encendidas. La quinta vela, la blanca, simboliza la “vela de Cristo” y se prende el día de la Navidad.
La simbología de cada color en la corona de adviento:
- el morado: profundización espiritual (los primeros 3 domingos).
- el rosado: es una mezcla de blanco y morado; expresa cercanía a la Navidad (tercer domingo).
- el blanco: pureza, júbilo (día de Navidad). Jesús es la luz del mundo.
- el verde: esperanza y vida. (las ramas).
Además, el que sea en forma circular es para expresar que no termina, no tiene principio ni fin. Las manzanas rojas representan el fruto por el que pecó Adán y Eva y entró el pecado al mundo. El listón rojo es el amor incondicional de Dios que nos envuelve y las velas fuera de lo que representan sus colores, muestran la búsqueda de luz en medio de la oscuridad (del pecado).
Se puede ir a la iglesia y lograr que el Padre dé la bendición a la corona, pero si no logra asistir, hágalo en casa con su familia haciendo la oración de bendición. Qué buena manera de prepararse para la Navidad!