Todos los días son buenos para reconocer el trabajo de nuestros padres y hoy, muy a pesar de mi dolor quiero decirte mi viejo querido que siempre estarás en mi corazón y en mi vida. Tu ejemplo, regaños, sacrificios, consejos y enseñanzas se quedaron en mis hermanas, tu incondicional esposa y mi persona y le agradezco a Dios haberte escogido para ser nuestra guía y permitirnos ser una verdadera familia en vida.
Papi Gracias! La muerte nos separa en cuerpo pero estoy convencida de que estarás con el Señor y cuando sea nuestro momento, nos reuniremos contigo. Estás en mejores manos… Descansa en paz, mi “Reggie”. Amén!